El test en aire espirado (o test del aliento) es la prueba no invasiva de mayor fiabilidad para la detección de un posible sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado (SIBO). Se realiza a través de la medición de las concentraciones de tres gases (hidrógeno, metano y anhídrido carbónico) en el aire espirado del paciente tras la ingestión de una cantidad controlada de lactitol o lactulosa.
Está recomendado para cualquier persona, tanto adultos como niños mayores de 5 años, con síntomas asociados al sobrecrecimiento microbiano intestinal, como: flatulencias, meteorismo, distensión y/o dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso, déficits nutricionales, etc.
Qué es el test para la detección del sobrecrecimiento bacteriano (SIBO)
El sobrecrecimiento bacteriano es un trastorno de malabsorción caracterizado por la alteración cualitativa o cuantitativa de la microbiota que coloniza el tracto digestivo.
En la región del intestino delgado normalmente existe una flora muy limitada (104 UFC/ml fluido aspirado) en comparación con el intestino grueso (109 UFC/ ml). Sin embargo, cuando microorganismos característicos de otras regiones del tracto digestivo proliferan anormalmente en otras áreas, pueden dañar la mucosa intestinal y/o el borde del cepillo de los enterocitos, provocando una interferencia con la digestión y absorción de nutrientes. Dependiendo de la zona donde aparezca y de las características del sobrecrecimiento microbiano, nos encontramos con distintos tipos de trastornos:
- SIBO (Small intestinal Bacterial Overgrowth): es la aparición de un microbiota anormal en el intestino delgado, generalmente típica del intestino grueso o de la región orofaríngea.
- SIMO (Small intestinal Methanogenic Overgrowth): se caracteriza por la aparición de flora metanógena (Archaeas) en el intestino delgado.
- LIBO (Large Intestinal Bacterial Overgrowth): es la proliferación anormal de la microbiota del intestino grueso.
- LIMO (Lare Intestinal Methanogenic Overgrowth): indica un crecimiento de flora metanógena (Archaeas) en el intestino grueso.
La etiología de sobrecrecimiento bacteriano es compleja y está asociada con trastornos de los mecanismos antibacterianos endógenos (aclorhidria, insuficiencia pancreática exocrina, inmunodeficiencias, etc.), anomalías anatómicas (obstrucción del intestino delgado, divertículos, fístulas, cirugías, etc.) y /o trastornos de la motilidad intestinal (esclerodermia, neuropatía diabética, enteropatía post-radiación, etc. )
Los síntomas relacionados con estos trastornos son inespecíficos y variados dependiendo de la función del tramo intestinal afectado, las condiciones predisponentes del paciente y/o el tipo de microbiota implicada. Son frecuentes tanto los síntomas extradigestivos (fatiga, cansancio, insomnio, alteraciones dermatológicas, etc.) como los síntomas digestivos:
- Diarrea.
- Estreñimiento.
- Distensión abdominal.
- Meteorismo.
- Borborigmos.
- Dolor abdominal.
- Malaborción.
- Desnutrición y pérdida de peso.
- Esteatorrea.
La prevalencia del sobrecrecimiento bacteriano y en especial del SIBO varía considerablemente dependiendo del contexto clínico de los pacientes, habiéndose descrito su presencia desde un 8-44 % en pacientes diabéticos hasta más de un 90 % con pancreatitis crónica o fibromialgia. En población pediátrica, se han observado prevalencias desde el 9 % en niños tratados con IBPs (Inhibidores de la bomba de protones) hasta un 90 % en aquellos con dolor abdominal crónico. Sin embargo, se cree que son trastornos infradiagnosticados en la población general.
Diagnóstico con SIBO-KIT del sobrecrecimiento bacteriano
Es un test in vitro para el diagnóstico del sobrecrecimiento bacteriano de tipo SIBO, SIMO, LIMO, utilizando como sustrato recomendado lactitol, si bien la prueba puede realizarse también con lactulosa.
Ninguno de los dos sustratos es metabolizado en el intestino delgado, por lo que pasan intactos hasta el intestino grueso, donde las bacterias colónicas los fermentan, generando ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y gases de hidrógeno (H2) y/o metano (CH4). Estos gases difunden desde la luz intestinal al torrente sanguíneo, alcanzando los pulmones y liberándose con el aire espirado durante la respiración.
El test también puede realizarse con glucosa, que normalmente es absorbida en el duodeno, por lo que sólo puede emplearse para el diagnóstico de SIBO proximal.
Ventajas de SIBO-KIT en la detección del sobrecrecimiento bacteriano
El test de sobrecrecimiento bacteriano (SIBO) permite la medida de la concentración de H2 y CH4 en el aliento del paciente, tras la administración de lactitol, lactulosa o glucosa, usando como referencia la concentración de CO2. Cuando se produce una cierta elevación de estas concentraciones con respecto al valor basal en determinados momentos tras la administración del sustrato, se considera que existe sobrecrecimiento bacteriano.
El método de referencia para el diagnóstico del sobrecrecimiento bacteriano es la prueba del aliento para la medida de la concentración de los gases H2 y CH4, porque:
- No es invasivo.
- Es más rápido y más económico que el aspirado y posterior cultivo de fluido intestinal.
- Es más fiable, específico y reproducible que el diagnóstico mediante restricción dietética.
- Resulta en un menor número de falsos negativos y falsos positivos que otros test de aliento, por el triple análisis gaseoso.
- Permite la identificación de tres tipos de sobrecrecimiento a diferencia de los test de aliento basados únicamente en el H2.
- Permite la identificación con mayor precisión temporal, del paso del sustrato desde el intestino grueso.
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